La historia de Egipto y la de los faraones están unidas y son tan complementarias entre sí; que es imposible conocer una sin la otra. En tal sentido, Faraón es la denominación bíblica dada al rey del Antiguo Egipto. Para los antiguos egipcios el primer faraón fue Narmer, denominado Menes por Manetón, quien gobernó; hacia el año 3050 a. C. Muy conocida es la historia del Tutankamón, llamado el faraón niño por la temprana edad en que asumió el trono, éste murió; cuando sólo contaba con 18 años y llevaba seis de reinado, probablemente en un motín palaciego. Tutankamón debe su fama a que su tumba fue la única sepultura del Valle de los Reyes que llegó sin saquear hasta la edad contemporanea; su descubrimiento constituyó; un acontecimiento arqueológico mundial, mostrando el esplendor y la riqueza de las tumbas reales y sacando a la luz valiosos tesoros de la época, entre los cuáles se encuentra la conocida máscara revestida de oro de Tutankamón. El último faraón fue una mujer: Cleopatra VII, de ascendencia helénica, que reinó del año 51 al 30 a. C. Los faraones fueron considerados seres casi divinos durante las primeras dinastías y eran identificados con el dios Horus. Respecto a la vestimenta, según lo indicado por varios historiadores, el llamado “sarong” era la falda de los egipcios y de esta prenda surge todo el resto, el drapeado, los cinturones; para ajustar la prenda y marcar la cintura. Por otro lado, para los egipcios era muy importante la belleza, por lo que inventaron las pelucas para lucir más altos y esta era usada como un accesorio extra. Para visualizar mejor los disfraces de este tema, desplace el indicador del mouse sobre la diapositiva y haga clic y, a continuación si lo desea en las flechas para avanzar o retroceder. Para volver al menú de la página haz clic en X ubicado en la esquina superior derecha.
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